Las implicaciones de estas nuevas infraestructuras irían más allá de sus efectos sobre el territorio inmediatamente afectado por su trazado. Se favorecería la ampliación de todas las carreteras conectadas y la construcción de nuevas carreteras allá donde no las había. Abrirían, a la vez, la puerta a la especulación urbanística en los territorios afectados, lo que se traduciría en la construcción de nuevas zonas residenciales innecesarias; más casas que no corresponden a las necesidades reales de vivienda de la población, sino a intereses económicos.
A lo largo de esta excursión se fueron mostrando los diferentes aspectos que conforman el desarrollo de esta gran infraestructura y las razones por las que nos oponemos a su construcción.
Amaya nos pone al corriente. Desde la ladera de la Dehesa del Generalife que da al Genil, se puede observar en la Vega el ejemplo de crecimiento urbanistico.
Caminantes, no habrá caminos...
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