Las diferencias son las moléculas que dan vida a la ciudad, permiten reconocerla, además generan ese poder de fascinación que ha llevado a millones de personas a habitarla, soñarla, tenerle como tema, escribirle y hasta corearle con los más variados ritmos. Como una caja de Pandora abierta, Barcelona es, desde siempre, el espacio de lo imprevisible, donde una percibe la diversidad constantemente. Es multicultural. Es plural. Las diferencias, la convivencia de personas de diversos lugares, colores, oficios y orígenes se mezclan e interconectan para crear su dinámica propia, tan parecida a otras ciudades del mundo, pero tan particular a la vez. ¿Qué la hace tan especial?
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