En
mi reciente visita a La Habana pude saborear el Café Emiliana, conducido por la
poeta Soleida Ríos, que abrió por primera vez sus puertas en febrero de 1996.
Es un
café ilusorio, fruto de la necesidad y el buen humor, un espacio cultural
real que tiene como primera virtud un público asiduo, que aporta
inteligencia, creatividad, desenfado, entre otras buenas cosas.
Por el café han pasado numerosos poetas y narradores, críticos, ensayistas, profesores como Roberto Fernández Retamar, Antón Arrufat, Domingo Alfonso, Pedro de Jesús, Sigfredo Ariel, Pedro de Oraá, Luis Lorente, Carlos Celdrán, Elvira Van Brakle, Reina María Rodríguez, Damaris Calderón, Víctor Fowler, Rito Ramón Aroche, Maggie Mateo, etc. Uno de los más calificados humoristas cubanos de hoy, Doimeadiós, músicos e intérpretes como Alberto Tosca, Yusa, Descemer Bueno, Kelvis Ochoa, Haideé Milanés, William Vivanco, Telmary, Robertico Carcasés... Una larga y honorable relación.
Por el café han pasado numerosos poetas y narradores, críticos, ensayistas, profesores como Roberto Fernández Retamar, Antón Arrufat, Domingo Alfonso, Pedro de Jesús, Sigfredo Ariel, Pedro de Oraá, Luis Lorente, Carlos Celdrán, Elvira Van Brakle, Reina María Rodríguez, Damaris Calderón, Víctor Fowler, Rito Ramón Aroche, Maggie Mateo, etc. Uno de los más calificados humoristas cubanos de hoy, Doimeadiós, músicos e intérpretes como Alberto Tosca, Yusa, Descemer Bueno, Kelvis Ochoa, Haideé Milanés, William Vivanco, Telmary, Robertico Carcasés... Una larga y honorable relación.
Si
un espacio de esta naturaleza necesita una consagración, Café Emiliana la tuvo
en agosto de 2005 con un programa musical exclusivo con dos estrenos de los
compositores Descemer Bueno y Marta Valdés, en presencia de ella, y con su
aplauso, donde participaron el guitarrista Rey Ugarte, Yusa, Haidé y Lin
Milanés.
En los cambios de estación, como un magnífico anticatarral, antes en el maravilloso patio del Palacio del Segundo Cabo, en La Habana, esta vez fue en la nueva sede del Instituto Cubano del Libro, en la calle Obispo y Aguiar, a las 4.30 de la tarde, bajo una tórrida tarde de julio.
En los cambios de estación, como un magnífico anticatarral, antes en el maravilloso patio del Palacio del Segundo Cabo, en La Habana, esta vez fue en la nueva sede del Instituto Cubano del Libro, en la calle Obispo y Aguiar, a las 4.30 de la tarde, bajo una tórrida tarde de julio.
Duo Jade
El poeta Omar Pérez
El poeta Pedro Lòpez Cerviño
Junto a los poetas Solida Ríos y Omar Pérez, en La Habana
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